
Es madera que ha sido impregnada a presión con preservantes químicos para protegerla de los organismos destructores de la madera.
La madera no tratada está sujeta a la destrucción y pudrición causada por hongos y por insectos devoradores de la madera como las termitas. Algunos tipos de hongos utilizan la fibra de madera como su fuente alimenticia causando la pudrición y perdida de resistencia de la madera. Durante el proceso de tratamiento los preservantes químicos son impregnados a presión y son químicamente fijados en las células de la madera, teniendo como resultado una madera que mantiene su integridad estructural y bastante más resistente que la madera no tratada.